Miriam aparece en exclusiva en la revista FHM.
Irresistible. Así aparece la actriz italiana Miriam Giovanelli en un exclusivo reportaje fotográfico para FHM.es, donde descubre que, detrás de esos complejos personajes en los que estamos acostumbrados a verla en la ficción, hay una exuberante actriz con cara de niña y cuerpo de infarto.
Miriam sabe sacarle provecho a esa dualidad. Afirma que a una fiesta de disfraces iría «de Lolita», en vez de Judy Garland en el Mago de Oz, porque tiene poco juego; y confiesa que alguna vez se ha aprovechado de poner cara de buena: «En plan: Me puedes hacer un batido de vainilla y chocolate. No, sólo de un sabor. Y yo (con cara y voz de pena): ¿De verdad?, ¿sólo de un sabor?».
«De verdad que soy buena», insiste Miriam en FHM.es. La faceta de malvada la reserva sólo para sus personajes y, puestos a elegir, le gustaría interpretar a Cruella de Vil. «Es que soy un poco joven para los papeles que me habrían gustado, como el de Glenn Close en Las Amistades Peligrosas.
Cualquiera diría que en su etapa en el instituto era la marginada con la que la gente se metía. «Me ponían cacas en la mochila y notitas chungas», comenta. Quizá por eso busca ahora el lado divertido de las cosas e intenta «estar siempre rodeada de gente graciosa». «Para mí es muy importante que (los chicos) me hagan reír», señala.
Entre las facetas menos conocidas de Miriam está su afición por la fabada («me encanta, pero la de lata y muy guarrindonga») y su talento para los acentos más variopintos: «Se me da muy bien hacer de rumana, y cuando salgo bebo margaritas y me pongo a hacer el mejicano. Soy bastante payasa».
La avalan como uno de los nuevos rostros con más futuro. Además, FHM.es descubre en exclusiva su fascinante lado sensual. ¿Quién se puede resistir al huracán Giovanelli?